por Marco Quintana
Nosotros como una de las nuevas generaciones tenemos una situación social, laboral y económica completamente diferente a las generaciones anteriores. De hecho, uno de los pensamientos actuales es que nosotros los millennials, nacidos entre 1980 y el año 2000, también formamos parte de las personas más estudiadas en los últimos años, en ámbitos mercadológicos… somos flojos, desmotivados y desinteresados.
La verdad es que teníamos la expectativa de que si terminábamos la carrera tendríamos un buen trabajo. Sin embargo, solamente el 14 por ciento de nosotros los Millenials (basado en datos PWC) que encontramos un trabajo, tenemos relación con nuestra carrera universitaria.
Más motivos: los Millennials tenemos información que está disponible de manera inmediata gracias a las distintas plataformas con las que hoy tenemos acceso. Conocemos el panorama social, político y económico que pasa no solo en nuestro país, sino en gran parte del mundo, nos preocupamos de los problemas ambientales que día a día tiene distintos efectos negativos para el planeta y lo que puede pasar con nuestro futuro, pues la mayoría de nosotros estamos conscientes de que tenemos más incertidumbre que cualquier generación anterior a nosotros.
Desde nuestra visión, encontrar una carrera profesional que nos brinde beneficios a corto y largo plazo es poco probable, pues muchos de los puestos de trabajo no se ajustan al tema de la Propuesta de Valor de la Organización (EVP) donde antes, los profesionales necesitaban de las empresas; ahora, son las empresas las que necesitan colaboradores capacitados.