por Alejandro Vázquez, experto en comunicación organizacional
El éxito para alcanzar nuestras metas siempre depende el 25% por ciento de factores externos que no podemos controlar y el 75% de lo que hacemos cada uno por conseguirlas. ¿Y qué es lo que está en nuestras manos?
Podemos hacer muchas cosas, pero les presentaré un término con el cual no todos estamos familiarizados y que puede ser de gran ayuda para lograr nuestros objetivos, tanto a nivel organización como a nivel individuo, ser accountable. Es imposible encontrar una traducción literal de esta palabra en español, lo que refleja que es un concepto muy poco conocido en países de habla hispana.
Ser accountable se define como tener el valor interno de hacerte responsable de tus funciones y tareas, cumpliendo cabalmente en tiempo y forma con ellas, sin necesidad de ser exigido y cuestionado por nadie para realizarlas; es decir, hacer lo que te toca en la fecha prometida sin que tus jefes estén molestándote ni diciendo qué debes hacer.
Para lograrlo, se necesitan varios factores imprescindibles que debes seguir como si fuera una receta. El primero es el compromiso, saber desde el momento que adquieres una obligación debes estar determinado a cumplir con ella. Después, tenemos la proactividad, algo que a muchos nos cuesta. Buscaremos realizar todas las acciones necesarias, ser capaces de conseguir todo lo que necesitamos de quien lo necesitemos para lograr cumplir con la obligación adquirida. El tercero es la responsabilidad, dar la cara en todo momento de los resultados de tu trabajo, sin importar si son buenos o malos.
Además, existe un engrane que hace que todos los elementos anteriores hagan sinergia para lograr ser accountable: En todos los niveles de la organización deberán estar bien definidos, comunicados y entendidos, aquellos elementos fundamentales como la estrategia, los objetivos, los proyectos, presupuestos, estructuras, etc., para lo cual, todos los niveles directivos, gerenciales y supervisores deberán contar con herramientas y técnicas para comunicar con claridad cualquier requerimiento a sus equipos y tener habilidades de planeación, delegación, verificación y seguimiento, ya que éstos serán los impulsores para que existan las condiciones necesarias para que puedan existir colaboradores accountables.
Existen muchas herramientas para hacer posible lo anterior, desde cómo generar comunicación efectiva con tus colaboradores, la importancia de escribir correctamente un correo electrónico, técnicas para tener juntas efectivas de planeación para priorizar actividades con base en tus picos de energía, hasta formatos para seguimiento de tareas, entre muchas otras.
Imagina que es jueves a las 5 de la tarde y de pronto tus pendientes están casi terminados. Apuesto a que hoy eso es imposible, que diario piensas en las toneladas de cosas que tienes que hacer, que no sabes por dónde empezar y que siempre estás detenido porque los de otras áreas no cooperan con lo que necesitas.
Ahora, piensa que ser accountable te dará la llave para ser más productivo, terminar tus labores a tiempo, no atiborrarte de tareas y manejar mejor tu tiempo libre, ¿suena bien, no? En efecto, los beneficios de esta forma de trabajo son altamente impactantes; a nivel organizacional se ven reflejados en la consecución de objetivos y metas, y más productividad en sus empleados, lo que se traduce en mayor generación y menos gasto de recursos económicos, menos derroche de energía y gente más a gusto con lo que hace.
Ahora bien, ¿a ti qué te ofrece? Tener una vida laboral más sana, menos fatiga con horarios de trabajo más placenteros (ya no te irás a las 10 pm). También contribuye a la obtención de mayores objetivos para así poder disfrutar resultados positivos y por su puesto, te ayuda a crecer profesionalmente, entre mil cosas más.
Arrancamos un año nuevo y es una época especial para comenzar con nuevos proyectos, cambiar rasgos negativos y generar hábitos positivos en nuestras vidas, los famosos propósitos. Es una gran oportunidad de cambiar nuestro mindset y empezar a tomarnos un poco más en serio nuestro desempeño laboral.
Te invito a que hagas una pequeña reflexión y, paso a paso, generes hábitos que te hagan ir hacia el camino del compromiso, de la responsabilidad, de ser proactivo y no reactivo… de ser accountable ¿Te animas?